domingo, 18 de octubre de 2015

84 Kilómetros


He dejado de medir el kilometraje de los meses sobre tu presencia 

y aunque observo tus fotos y siento los retazos de aquellos días, 
luminosas mañanas junto a tu cuerpo, no te puedo mentir y lo sabes, 
todos mis órganos demuestran que no sólo fui feliz, 
sino que volvería a revivir una y otra vez 
si en mis manos tuviera la flor de espinas marchita con el tiempo.
La mañana se ha hecho noche, las hojas han caído sin su otoño, 
el crío ha jadeado sus primeras palabras y no han sido nuestras, como centenares de estrellas que no podríamos observar, 
como eclipses que detuvieron su hazaña y jamás volvieron siquiera a asomarse, 
aquella suavidad del viento de la mañana cuando despierto aturdido 
bajo un sol de primavera, suavemente pero triste, con rasguños olvidamos el ayer, 
el mañana, el deseo de un futuro en brazos, ligeramente entonamos 
letras de canciones y añoranzas que sólo dejamos en palabras.
Somos ahora simples extraños con recuerdos en común, 
cicatrices de esta carrera llamada vida, sobre empinadas llanuras bajamos velozmente 
y nos levantamos con cada bache que me hace decaer, 
con cada púa que se entrelaza con la carne sudorosa de los sueños.
No soy yo pero tampoco eres tú, por que sabemos que no somos los mismos, 
ni siquiera amáremos igual a nuestros sucesores, 
seremos ígneas tormentas de un pasado con ojos cerrados, 
amamos nuestras almas como jamás podría expresarlo, 
por que sería darle descripción a lo indescriptible, 
amamos como quien va a morir aferrándose a su último suspiro, 
como el último dedo que sostiene un gato de su caída, 
como aquel pintoresco pretendiente recitándole a su amada bajo el balcón, 
amamos como un par de niños que desean su juguete navideño; 
por ti hubiera dado la vida o hasta la muerte de ser necesario 
pero he llegado rápidamente a gastar este kilometraje que me aturde por su rapidez, 
pisé a fondo y aceleramos nuestro adiós, sin quererlo, 
sin esperarlo pero con un corazón roto, 
sin alma de regreso y sin fuerzas de salir tras de ti.

Jack.

domingo, 23 de agosto de 2015

DESIERTO DE INVIERNO


Hubo un tiempo en que fui feliz, 
me entregué al cálido regazo del amor, 
de un hogar, del destino, de los sueños de un futuro, 
esos que me hacían suspirar al intentar día a día construirlos pie a pie. 
Construimos barreras inquebrantables, pilares tan fuertes, tan sólidos, 
aquellos muros edificados con el más duro cimiento, 
creyendo, nunca apilarían. 
Cometí la locura más grande que se hace por amor, 
aunque algunos creen saberlo sórdidamente, 
me acogí a un amor eterno, sublime, 
regocijé mi vida a aquella luz que me sacó de la sombra 
y diluyó mis creencias, mis fuerzas y así, 
ante un ser espiritual, bajo su hogar, sobre sus cimientos, 
acepté ante la vida y la muerte, 
sobre el bien y el mal como algunos palabrean 
al llegar a esta cúspide a corazón abierto 
mientras soñamos bajo el miedo de nuestras almas 
sedientas del ser iluminado que permanece a nuestro lado, 
ese que promete jamás desfallecer ante las barreras del olvido, 
ante seres destinados al sombrío deber de tercera persona, 
ante físicas torturas sentimentales de lo que nunca se pensó, 
siempre se temió, pero nunca sucumbió hasta que se nombra el adiós, 
aquella palabra devastadora que muchos tememos. 

Y aquí me tienes, solo, 
ante estas letras difusas, 
somnolientas 
y sedientas de cumplir 
lo que siempre se juró, 
pero nunca se luchó.

Este es mi legado, 
mi sombrío llanto 
sobre las ruinas de una primavera 
con tormentas al anochecer, 
solo deseo que algún día, 
aquellos seres que enceguecidos 
matan lentamente un sentimiento, 
perdonen sus egoístas y desdichadas almas 
para satisfacer fielmente su soledad infinita 
en este mundo de ladrones sin destino.

Jack

jueves, 2 de julio de 2015

SURREALISMO CATATÓNICO


Quiero una mujer que me ame locamente, 
sin ser demente, 
quiero una mujer que me anhele cada día 
como si fuese el primero en vernos, 
quiero que me despierte con un beso, 
pero sin tener o ser una pesadilla, 
quiero que desee llegar a casa 
para compartir sus palabras con las mías 
inundando un hogar de sabiduría y pasión, 
quiero que me desee amorosamente 
como yo a ella física, mental y espiritualmente, 
quiero que se siente en mis piernas y con tal cariño 
me susurre sonriéndome a los ojos, 
te extrañé, y eres lo que le he pedido 
para que mi vida no sea la tuya, 
sino con quien compartir la bonita felicidad 
que me haces sentir... 

Si no lo eres, déjame y seguiré esperándola.

Jack

miércoles, 3 de junio de 2015

CONDENADOS

He sido sentenciado, condenado y no será a cadena perpetua
por que eso dura una sola vida, condenaste mi alma junto a mi cuerpo sediento,
sentenciaste al día a día de la sombra de tus recuerdos, tus ausencias,
tus humildes pasos a mi lado, tu cuerpo rebosante
del sabor a la dulce alegría de tus labios, tus ojos, tus ojos...
esos vastos y gustativos ojos de miel, atrayentes y rutilantes cuando observabas
mis ojos con aquella tímida mirada de una jovencita enamorada,
aquel amor que nos llevó a las profundas cavidades de un hogar,
un palacio construido base por base con el inmenso corazón de nuestras almas,
aquel hogar lleno de gracia, pilares extravagantes con el calor del camino cruzado
en un sendero fino y fuerte, nombres y prendas de aquellos que nunca nacieron
y fueron fuerza para mirar hacia adelante, diste pasos cruzados, tropezaste y caíste, 
pero al levantarte, tomaste otro rumbo mientras intentaba seguirte,
pero no me observabas mientras iba tras de ti.
Ahora camino por los escombros de los cimientos que destruiste,
un inmenso amor que se te ha fugado con su artimaña,
camino tristemente por lo que eran paisajes de colosales sueños,
camino sobre moribundas ilusiones que recojo del piso,
camino y camino porque mi condena será recoger paso a paso
todo lo que olvidaste cuando te marchaste,
cuando decidiste abandonar esta humilde fachada de lo que algún día
tu con mi presencia, caminando de la mano comenzamos
sin pensar en lo que ahora debo aceptar como amarga condena,
amándote sin tenerte, en la lejanía del recuerdo,
hasta que mis fuerzas me lleven al descanso,
pero jamás al abandono de estos cimientos
que se vienen sobre mí en días como éstos
y me atosigan como si muriera lentamente
con el escozor del ayer, aquí, solo.

Jack

martes, 2 de junio de 2015

AGOSTO 18

Te he visto en el amanecer de un agosto soleado,
insaciable por su acalorada caricia al plasmar su resplandor.
Te he visto en cada canción 
al evocar una a una las letras que encierra tu nombre
con la voz melancólica de una hermosa chica 
al llegar al éxtasis de su cuerpo.
Te he visto en cada rincón de esta ciudad 
porque no solo vives en ella,
tiene tu aroma de flores, sus hermosos colores 
y el recuerdo de un amor forjado
desde las más profundas cavidades de nuestros poros,
sollozando desde su sangre para saciar
la más profunda alma que un timador podría esconder.
Te he visto en cada palpito de este corazón roto, 
desahuciado, sucio,maloliente 
y ensangrentado que poco a poco
va arañando sus recuerdos 
con el dolor del olvido, de un adiós
y de un eterno entierro
que solo podría hacerse
con el amor del profundo desengaño.
Te he visto renacer de las cenizas,
pero te has llevado el polvo grisáceo
de este amor incalculable
y que vas arrastrando lentamente...
hasta su tumba.

Jack

sábado, 30 de mayo de 2015

BIPOLAR

Amé hasta quedar ciego, 
luché hasta desangrarme las entrañas 
como púas en mi yugular, 
demostré hasta romper mi cerebro de creatividad 
para mostrar mi interior, 
y ahora dicen que hay que amar a una mujer 
hasta que piense que nadie las amara mas que uno. 
Es así que son incomprensibles hermosas y peligrosas, 
porque ella pudo enceguecerme, desangrarme, 
rompió tanto mi cabeza que ya no se, si lo que pienso 
lo hago yo o lo hace aquel bipolar 
que recubre encarcelado este cuerpo sediento, de ella.

lunes, 25 de mayo de 2015

ALBA NEGRA 

Ya no se llorar, no se reír, lo intento pero en vano, 
no se vivir o tal vez si o por lo menos eso intento, 
cada lágrima, cada sonrisa, cada aire de mis pulmones, 
cada beso que me hacía vivir, vivir viviendo un sueño, 
un deseo, una batalla, un deseo convertido en pesadilla, 
aquella en la que estas pero no estás conmigo, 
aquella en la que te encuentro sin tenerte, 
aquella en la que cada segundo que va transcurriendo 
siento cada lágrima caer de mi rostro, 
cada gota del dulce amargo sabor salado de una lágrima, 
lágrimas y lágrimas derramadas como gotas de lluvia sobre el tejado, 
aquella que en días nublados observo con encarecido fervor, 
lluvia que va cayendo levemente por mi ventana 
mientras despierto de tal pesadilla, 
y no estas, 
no te siento, 
no te veo 
y comprendo 
que has huido de mí.

Jack

miércoles, 20 de mayo de 2015

A VECES

A veces desearía despertar, solo a veces,
a veces quisiera expresarte lo que siento
en esta cárcel ventricular que sangra por tu ausencia,
pero eso solo ocurre a veces.
A veces creo que soy un atleta intentando ganar esta batalla
sobrepasando sudorosamente aquélla cinta de meta,
corriendo a galope intentando llegar para descansar,
pero eso solo ocurre a veces,
a veces desearía despertar a tu lado y que me beses con tal pasión,
olvidar aquel malentendido, despertar del sueño que nos enceguece,
distanciando cada vez más nuestros sueños,
 nuestros cuerpos, nuestros corazones, 
pero eso sucede solo a veces,
porque otras veces 
quisiera yo tener la fuerza de esperarte, 
decirte lo mucho que te quiero, 
expresarte y sentirte junto a mi, 
hablarte del deseo de que estés a mi lado,
muchas veces desearía besarte con suficiente pasión 
y hacer que el mundo se estremezca 
y suelte las cadenas que nos atosigan de este amor que no te deja fluir,
no te deja expresar y no te deja vivir.
A veces solo desearía nacer de nuevo 
para que el mundo nos diera la oportunidad de volvernos a conocer, 
valorarnos y amarte tanto que no pienses por un segundo,
ni siquiera una sola milésima, 
el deseo de irte de mi lado, 
solo a veces, 
porque esas veces son las que dejo de pensar en ti, 
y comienzo a pensar en mí,
porque soy un luchador empedernido y soñador incalculable,
con la fuerza de un sordo y la pasión de un mudo.

Jack

lunes, 18 de mayo de 2015


GEOGRAFÍA DEL CORAZÓN

Yo te amé, te amé con locura, con todo mi ser, sin espacios ni puntos suspensivos, 
ame con el corazón, con mi cuerpo, con cada centímetro de mi cuerpo, 
con mis palabras y mis actos, con mis enojos, mis cicatrices, mis ansias, mi fe, mi futuro, mi armonía, mi paz, con todo mi ser, sin medida… eso sí, sin el alma porque cuando amas tan fuertemente a una persona con el pasar de los años esa alma ya pertenece a esa persona, aquella que ha encontrado su hogar, su descanso, su reposo sobre nube prolongada, adormecida por la esencia de su progenitora.

Ahora, mi mente divaga sin descansar sobre aquellos paisajes que algún día recorrió, suelos tranquilos que solo ella podía brindar, cierro mis ojos para recordar y lo único que llega a mi mente es la paz y tranquilidad de aquellos días.

Muero por leerte en braille, desprendiendo de tus caderas la suave y tenue caricia del aire de una mañana, rasgar mis entrañas acariciando tu vientre sin fecundar por el significado de su futuro, besarlo suavemente como aquellas nubes que desean ser tocadas, desabrocharte las palabras con un apasionado beso sobre tus mejillas porque si besara tus labios ni Dios sería capaz de alejarme de ti, ni siquiera deseo hacerlo por que tomaría mil fotos tuyas de ese instante para verlas cada que mi alma se sienta triste.

Podemos estar rotos completamente, partidos en pedazos, ensangrentados por el dolor 
de un adiós pero de esto convertirnos en arte, en inalcanzables bosquejos de lo que deseamos, volverlo poema, reescribirlo en una nueva dosis del más dulce de los aromas, como tu perfume cuando entra por mi olfato o realmente por tus ojos al leerme, si, convertí aquellos rasguños, aquellas cicatrices de alguien a quien dejaste moribundo y ensangrentado sin la más mínima dosis de su elixir pero ahora ni la más fuerte tormenta me mecerá, y acá esteré, con ansias de un mañana remembrado que solo tú puedes comenzar.

Jack

lunes, 13 de abril de 2015


BAJO LA ARDIENTE SOMBRA


Te amo con todo el dolor del silencio,
con el ardor de un suspiro al pensar en ti,
te amo porque te extraño
y aunque te extrañe jamás podré decirte que te amo,
pues despreciaste cada uno de mis actos con tu espalda,
pisoteaste una a una mis palabras
como un bicho correteando una cocina,
desgarraste mi alma como una hoja inservible
después de escribir en ella durante horas,
y ahora, ¿me dices ahora que haremos?,
pues fuiste la más perversa de todas las conocidas
y eso que te regale noches enteras,
semanas completas, años que ni en vidas podrías encontrar, 
¿me dices ahora quien ganara o quién perderá?,
si hasta lo más mínimo de mi interior despreciaste
como un racista negro y albino
mirando con desdén a su progenitora
pero aunque todo pase,
a pesar de todo,
a pesar de tus equivocaciones,
de tus errores, de tu vida,
por siempre,
ahí estuve y aquí seguirás .
 
Jack

AÑORANZAS

Bajo un cielo estrellado,
habitando sobre un ambiente familiar,
intentando sobrepasar el destino,
mi mente habita un círculo vicioso,
extraña un ser preciso,
anhela una vida ajena,
resalta un cuerpo exacto
y desea un futuro extraño,
es precisamente tu mundo,
tu vida,
tu cuerpo,
tu esencia,
tristemente tengo tu ausencia,
tu pasado,
tus ausentes caricias
y tu extraño amor,
que jamás volvió y nunca expresó.


Jack

domingo, 29 de marzo de 2015




Y DE REPENTE

Y de repente...
La luz se apagó, ya no veía, no podía guiarme,
no sabía hacia donde me dirigía, ya no había
faro y el temor de encallar bajo la oscura noche
era cada vez mayor, las olas del destino mecían
mi alma con un vaivén que me mareaba,
estaba a punto de vomitar, de sacar las más
extrañas partículas de mi ser que me habían
acompañado durante este viaje emprendido
desde hace casi una década, me sentía
como aquellas algas que duran  días y noches enteras
meciéndose y meciéndose al compás unísono de
las olas, hasta que se revienta y no queda sino
dejarse llevar a la cúspide de su muerte,
así era mi destino, así llegue a ser quien en
mis noches de delirio, alcance en aquella noche nublada,
divisar una pequeña isla que me acogería, me mantendría
con el gozo de la paz, de la tranquilidad, de la experiencia
a sabiendas del retorno que emprendería cuando ya no sintiera
más que el anhelo, el deseo de volver a aquellos brazos
que tanto regocijo me ofreció.


Jack